Acá encontrarás:

domingo, 21 de diciembre de 2014

Sombras, nada más...

Estamos en la cuenta regresiva de un año que se nos va. Un año intensísimo, donde he conocido la luz más brillante, y la oscuridad más densa, siendo esta última, la maestra que se ha querido hacer presente este último trimestre del año.
Este baile que he hecho conmigo misma ha sido motivo de "soltar" proyectos y quehaceres varios. Boté la beca de inglés cuando entendí que no podría aprender queriendo arrancar de la sala cada vez que entraba a ella, con una sensación de pánico atroz instalada en mi pecho. Llevo casi 3 meses sin trabajar, detenida, en trance. Primera vez en mis 30 años, que estoy tan.... tan sin "hacer", como estamos acotumbrados a exigirnos y cumplir. Aprender a no moverme ha sido duro, porque mi naturaleza es inquieta, es de mil pestañas de internet abiertas, varias lecturas a la vez, agenda llena... 
Y a donde me ha llevado todo esto?







Leí una vez (y me hizo mucho sentido) la siguiente frase: Observa tu presente, porque desde él entenderás tu pasado; observa tu presente, y desde él sabrás que vendrá en el futuro. Si entendemos esta cita con total sabiduría, nos es ineludible la responsabilidad de mirar honestamente nuestro HOY. Honesta y responsablemente, con los ovarios bien puestos, los ojos bien abiertos, con atención plena. 
Estos meses de "licencia", de "stop", han sido claves para mirarme al desnudo, y lo que he visto no han sido precisamente flores, mariposas y pajaritos. Han aparecido sombras, oscuras, sucias, que me han llenado de terror y descontento. Al principio quise huir con desesperación; pero gracias a mi estupenda amiga Ale, he ido aprendiendo, lenta como una tortuga, a aceptar que toda esa melcocha también soy yo... Yo, la impaciente número uno, la controladora número dos, he tenido que aprender que hay una etapa de mi vida en que todo salió de mis manos. Que no puedo sino sentarme, meditar, observar, y abrazarme mientras pasa este tsunami. Como bien escribió el mago Cerati... "Todo se movió, y es mejor quedarse quieto...pronto saldrá el sol, y algún daño repondremos"... 

Esta etapa no ha terminado; ni siquiera sé cuánto tiempo cronológico más me queda por atravesar, pero algo me dice que eso no es lo importante ahora; mi meta es volver a mi paz interior, a estar sola y sentirme tranquila, a salvo; hacer que el Amor vuelva a mí, como una confianza básica; en fin, la conclusión que quiero expresar es que en el no hacer, posiblemente está escondida la acción más importante de todas, que es Vivir, Aceptar, Trascender nuestros demonios, desde el abrazarlos y no desde el destruirlos. Y para quien siempre pensó en el quehacer como algo activo, lineal... esto no está nada de fácil.

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario